SILAUHE - Sociedad Iberolatinoamericana Úlceras y Heridas Miembros de honor IN MEMORIAM DE GLADYS CAMARGO

IN MEMORIAM DE GLADYS CAMARGO

Socia de Honor SILAUHE

La enfermería argentina y latinomaericana y la comunidad del cuidado de heridas estamos de luto. Descansa en paz Gladys Camargo.

Esta pasada noche nos ha dejado la incansable, tenaz y singular Gladys Camargo, una pionera de la enfermería argentina y latinoamericana y del cuidado de las heridas en latinoamerica. Gladys fué una de estas personas líderes, valientes e innovadoras; en los años sesenta, y con hijos pequeños, se fué a formar a Brasil, fué el alma de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Tucumán, inició su consulta de pie diabético y heridas – que siempre tenia sus puertas abiertas- en un espacio contiguo a la escribanía de su marido, y siempre lo anteponía todo a sus pacientes, su gran família, la enfermería y el mundo de las heridas.

Prueba de la talla humana de Gladys, es entre múltiples proyectos e iniciativas, su querido proyecto de enfermería y desarrollo comunitario del “Campo Herrera”, en dónde Gladys dejó su imperturbable huella y hasta tiene dedicada una calle….

Muchos conocimos a Gladys en los congresos de heridas, cargando voluminosas maletas de documentación, muestras y material científico para sus pacientes y discípulos y de regalos para su prole de nietos, y milagosamente, todo y batir records de exceso de equipaje, ¡¡nunca le hacían pagar¡¡, señal de que la buena gente se vé y se percibe desde lejos…

Gladys era miembro fundador de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Tucumán, del Grupo Argentino para el Estudio de las úlceras por presión y las heridas, miembro de honor del GNEAUPP y miembro de honor y alma mater de la SILAHUE…

Gladys nos deja además de un ingente legado a sus cinco hijos, todos ellos enfermer@s y heridolog@s honorarios, Alejandra, Gladys (menina), Pedro, Pablo y Gustavo, quienes se las veian y deseaban para seguir el ímpetu de su querida “mamá” y un montón de nietos y biznietos y família, además de innumerables discipul@s.

Gladys también nos deja huérfanos a sus ahijados, ella nos llamaba, ¡¡que gran honor¡¡ sus otros hijos, del otro lado del Atlántico…

Ahora más que nunca nos suena la tonada de aquella bella canción Tucumana recitada y cantada por su hijo Gustavo y su nieta Candela : Cuida mis heridas, pequeña flor de Tucumán…

También en clave musical, cada noche, cuando se asome la luna veremos, desde cualquier parte del mundo a la Luna Tucumana y a su, a partir de ahora, excepcional acompañante.

Y “el jardín de la República” tiene a partir de ahora una flor excepcional, la flor de Gladys..

Descansa en paz Gladys, un abrazo y besos a su família de vuestra “otra” família…